En el mundo de la fabricación de guitarras, se ha debatido durante años sobre la importancia del lugar de origen de estos instrumentos. Paul Reed Smith, uno de los fabricantes de guitarras más reconocidos a nivel mundial y fundador de PRS, ha dado su opinión al respecto, afirmando que el país de fabricación no es tan relevante como se piensa. Según Smith, lo que realmente importa es el nivel de habilidad de los fabricantes de guitarras.
En una columna reciente para Premier Guitar, Smith explicó que, al visitar fábricas de guitarras en el extranjero, notó que la formación de los trabajadores se centraba en la velocidad, mientras que en PRS se enfocaban en la calidad. Una vez que los fabricantes extranjeros aprendieron a trabajar bien, sus guitarras alcanzaron el mismo calibre que las producidas en Estados Unidos. Smith subraya que lo esencial es enseñar a los socios extranjeros las técnicas adecuadas para garantizar la calidad de los instrumentos.
Smith también aborda el mito de que las guitarras vintage son superiores a las modernas. En una entrevista con American Musical Supply, el luthier expresó su escepticismo hacia la idea de que las guitarras antiguas son siempre mejores. Citó a guitarristas como Jimmy Herring, quien ha elogiado las capacidades de las guitarras PRS modernas sobre las vintage. Smith sostiene que una guitarra debe ser evaluada por su apariencia, sensación, sonido acústico y eléctrico, independientemente de su antigüedad o lugar de fabricación.
En resumen, Paul Reed Smith insta a los compradores de guitarras a centrarse en la funcionalidad y calidad del instrumento, más que en su origen o antigüedad. Según él, una guitarra es una herramienta para hacer música y debe ser valorada como tal, sin importar su procedencia. La reputación de un país en la fabricación de ciertos productos puede cambiar con el tiempo, pero la habilidad y el cuidado de los fabricantes siempre serán fundamentales.