La vida en el rock and roll, incluso en las esferas del rock clásico, nunca está exenta de drama. Zak Starkey, hijo del legendario Ringo Starr y baterista de The Who durante casi tres décadas, se ha encontrado recientemente en el centro de una de las rupturas más confusas y extrañas de los últimos años. En una reciente entrevista, Starkey admitió que sigue «confundido» sobre su doble despido de la banda a principios de 2025, un torbellino de decisiones que, además, le costó una oportunidad profesional potencialmente histórica.
A pesar del caos administrativo y las idas y venidas, Starkey ha demostrado una madurez encomiable, asegurando que el incidente no ha dañado las profundas amistades forjadas durante años con sus excompañeros. Pero, ¿qué sucedió exactamente en el campamento de The Who?
La cronología del despido doble
El drama se desató en abril de 2025. Inicialmente, la veterana banda The Who anunció que se separaba de Starkey. Rápidamente surgieron especulaciones sobre la causa, apuntando a Roger Daltrey, el carismático vocalista. Se rumoreaba que, tras un concierto en Londres, Daltrey había tomado la decisión porque no lograba escucharse a sí mismo sobre la potente percusión de Starkey.
Sin embargo, la historia dio un giro casi inmediato. Pete Townshend, el motor creativo de la banda, intervino y la decisión fue supuestamente rescindida, devolviendo a Starkey a su puesto. Pero la confusión solo se incrementó cuando, poco después de ser readmitido, Starkey fue despedido una vez más. Este doble revés, digno de una comedia de enredos, dejó perplejo no solo al público sino al propio baterista, quien relató su perplejidad en una entrevista reciente con Q1043 New York.
“Creo que simplemente querían cambiar; y luego no lo hicieron, y luego lo hicieron, y luego no lo hicieron, y luego lo hicieron, y luego no lo hicieron,” comentó Starkey sobre las decisiones de sus excompañeros. “Fue bastante confuso. Y creo que todavía están confundidos. ¡Yo sigo confundido!”
El coste del drama: Perder a oasis
Más allá del golpe emocional de ser despedido dos veces en un corto periodo, el drama de The Who tuvo consecuencias tangibles y dolorosas para la carrera de Starkey. El baterista reveló que el caos en torno a su situación le hizo perder la oportunidad de unirse a la esperadísima gira de reunión de Oasis. Tocar con los hermanos Gallagher habría sido un hito masivo, catapultando a Starkey directamente al centro de uno de los regresos más comentados de la década, y demostrando su versatilidad para pasar del rock clásico de estadio al britpop estridente.
Zak Starkey, cuya trayectoria es vasta y compleja (incluyendo trabajo con Paul Weller y The Lightning Seeds, además de su extensa carrera con The Who), ha construido un legado propio, lejos de la sombra de su padre, Ringo Starr. Aun así, perder una oportunidad de tal magnitud subraya la seriedad de los problemas internos que The Who estaba enfrentando al tomar y retractar decisiones cruciales de personal.
Una amistad que vale más que un trabajo
Lo que realmente destaca de la reacción de Starkey no es su frustración, sino su filosofía de aceptación y su profundo respeto por las relaciones personales. Él ha estado cerca de los miembros de The Who casi toda su vida. Su conexión con la banda va más allá de un contrato; su padre, Ringo Starr, era buen amigo del fallecido Keith Moon, el baterista original de The Who, estableciendo un linaje musical único. Además, Zak había trabajado con John Entwistle (el bajista original) desde una edad muy temprana y con Roger Daltrey desde los 17 años, consolidando casi tres décadas de historia compartida.
“Me gustaría decir que seguimos siendo amigos durante todo el proceso,” explicó Starkey. “Hablé con Roger hace como dos semanas… en realidad nunca nos convertimos en enemigos ni nada parecido.”
Starkey encapsuló su sentimiento de manera concisa, calificando el despido como “simplemente negocios de la banda.”
“Estuve en The Who 29 años, y no enterraría una amistad por esto. Es solo un asunto de la banda. No tengo nada en contra de ellos,” afirmó con convicción. “No guardo rencor, de verdad, porque son mis amigos; y hemos sido amigos durante mucho tiempo.” Esta perspectiva profesional, que prioriza la conexión humana sobre la disputa laboral, dice mucho sobre el carácter de Zak Starkey y su lugar dentro del panteón del rock. A pesar de la extraña y confusa salida, su legado como el motor rítmico de The Who durante décadas permanece intacto, esperando su próxima gran oportunidad, quizás ahora, totalmente libre de las obligaciones de sus antiguos compañeros, aunque con la tristeza de haber visto esfumarse la reunión de Oasis debido a un doble despido que ni él mismo entiende del todo.
Visto en: ultimateclassicrock.com

