La comunidad musical global está de luto tras conocerse la noticia del fallecimiento de Steve Cropper, el icónico guitarrista de sesión que definió el sonido soul de Memphis en los años 60. Cropper, una figura fundamental en la historia del rock y el soul, murió a los 84 años, dejando un legado inigualable que abarca desde los estudios de Stax Records hasta la gran pantalla con The Blues Brothers.
Nacido en Dora, Misuri, en 1941, Cropper se trasladó a Memphis a los nueve años, un movimiento que cambiaría para siempre la música popular. A los 14 ya tenía su primera guitarra y a los 20 cosechó su primer éxito con su banda, The Mar-Keys, y el tema instrumental “Last Night”. Sin embargo, fue su trabajo con Booker T. & the MG’s lo que lo catapultó a la inmortalidad.
La esencia del soul de Memphis
Steve Cropper fue mucho más que un guitarrista; fue la columna vertebral rítmica del sonido Stax. Booker T. & the MG’s, la banda de la casa del sello Stax Records, era un cuarteto pionero e interracial que incluía a Booker T. Jones al órgano, Donald “Duck” Dunn al bajo y Al Jackson Jr. a la batería. Durante la cúspide de Stax en los 60, este grupo grabó en casi todas las sesiones, prestando su magia a gigantes como Otis Redding, Sam & Dave, Carla Thomas, Eddie Floyd y Wilson Pickett.
El estilo de Cropper era inconfundible: limpio, conciso y, sobre todo, al servicio de la canción. Sus licks eran breves y afilados, proporcionando el contrapunto perfecto al vocalista sin saturar el espacio. Esta economía de notas es lo que hizo al sonido Stax tan distintivo y atemporal. Cropper también desempeñó un papel crucial como representante de A&R (artistas y repertorio) en el sello, ayudando a moldear la dirección creativa de la disquera.
Compositor de himnos inmortales
Aunque su maestría con las seis cuerdas es legendaria, el impacto de Cropper como compositor es igualmente monumental. Fue coautor de himnos que cimentaron el género soul. Entre sus creaciones más notables se encuentran:
- “In the Midnight Hour” de Wilson Pickett.
- “Knock on Wood” de Eddie Floyd.
- Y, quizás la más famosa, “(Sittin’ on) The Dock of the Bay” de Otis Redding.
La historia detrás de “Dock of the Bay” es particularmente conmovedora. Cropper estaba trabajando con Redding cuando este último, buscando un final para la canción, tarareó el famoso silbido. Trágicamente, Redding murió en un accidente de avión días después, antes de que pudieran grabar un final vocal alternativo. Cropper finalizó la mezcla de la canción póstumamente, dejando el icónico silbido y las olas del mar como un homenaje involuntario y conmovedor. Se convirtió en el primer número uno póstumo en las listas de Estados Unidos.
Incluso después de dejar Stax en 1970, Cropper siguió siendo un músico de sesión muy solicitado. Su sonido y su profesionalismo fueron requeridos por artistas de la talla de John Lennon, Jeff Beck y Rod Stewart, demostrando que su estilo trascendía los límites del soul de Memphis y se adaptaba perfectamente al rock y otros géneros.
De la sesión a la gran pantalla
En 1978, Steve Cropper se unió a la banda The Blues Brothers, un proyecto que lo llevó a una nueva generación de oyentes. Junto a su excompañero de Stax, el bajista Donald “Duck” Dunn, The Blues Brothers revivió el rhythm and blues clásico con una energía contagiosa, plasmada en la película de 1980 y su posterior secuela. La inclusión de Cropper solidificó la autenticidad de la banda. De hecho, fue inmortalizado en la película cuando John Belushi (como ‘Joliet’ Jake Blues) le grita: Play it, Steve!, un guiño al mismo grito utilizado en la grabación original de “Soul Man” de Sam & Dave.
Este período no solo mantuvo viva la llama del R&B, sino que también solidificó la reputación de Cropper como una leyenda activa. El éxito de The Blues Brothers demostró que la música soul clásica seguía siendo relevante y poderosa.
Reconocimientos y legado perdurable
El impacto de Cropper no pasó desapercibido en la industria. Fue incluido en el Salón de la Fama del Rock & Roll en 1992 junto a sus compañeros de Booker T. & the M.G.’s. Además, fue honrado en el Salón de la Fama de Compositores y en el Salón de la Fama de Compositores de Nashville, reconociendo su doble genialidad como instrumentista y creador de canciones.
Incluso en sus últimos años, Cropper se mantuvo activo, cosechando nominaciones a los premios Grammy, la más reciente por el álbum Fire It Up de 2021. Su último trabajo, Friendlytown, fue lanzado en 2024, justo antes de su fallecimiento.
A pesar de su estatus legendario, Steve Cropper siempre mantuvo una humildad conmovedora. En una entrevista de 2018, reflexionó sobre su carrera:
Miro hacia atrás en mi propia carrera y digo: ‘¿Yo escribí eso? ¿Yo hice eso?’ Trato de recordar muchos de esos momentos y los artistas con los que trabajé.
Tuvimos mucha suerte. Simplemente fuimos parte de los tiempos, y tuvimos la suerte de estar allí. Podría haber sido otra persona, pero no lo fue; fuimos nosotros. Y lo sabíamos.
La modesta autoevaluación de Cropper contrasta con el impacto inconmensurable que tuvo en la música moderna. Su legado perdurará en cada riff de soul, funk y rhythm and blues que suene a “Memphis sound”. Descanse en paz, Steve Cropper.
Visto en: ultimateclassicrock.com