Después de casi 45 años en la carretera, uno podría imaginar que cualquier estrella de rock estaría exhausta o, al menos, un poco hastiada de la vida de gira. Sin embargo, para James Hetfield, el líder inconfundible de Metallica, la emoción sigue siendo tan palpable como en los inicios. Conocido cariñosamente como «Papa Het» por sus seguidores, el músico se pellizca a sí mismo al mirar a la multitud: está convencido de que tiene “el mejor trabajo del mundo”.
En una conmovedora conversación reciente con CBS Sunday Morning, Hetfield compartió reflexiones profundas sobre la singularidad de la «Familia Metallica» y cómo esta conexión especial es la fuente de su energía inagotable.
La conexión inquebrantable con la familia metallica
Para Hetfield, la magia sucede en el contacto directo con sus seguidores. No necesita un estadio lleno para sentirse completo; le basta con un intercambio visual, un simple cruce de miradas con un fan apasionado. En sus propias palabras, este momento es suficiente para recordarle que todas las dificultades y luchas que ha enfrentado a lo largo de su carrera han valido la pena.
“Es tan fácil… solo mirar un par de ojos, eso es todo lo que necesito,” comenta Hetfield. “Veré la pasión en ellos, y estoy lleno.”
Lo que realmente distingue a Metallica de otras bandas legendarias es la increíble diversidad y cohesión de su público. Hetfield se maravilla al ser testigo de cómo su música trasciende las barreras generacionales. Mientras que en el pasado era impensable para él asistir a un concierto con su padre o abuelo, hoy ve esa escena repetida noche tras noche.
“Llego a ver tres generaciones de personas abrazándose,” sonríe. “¡Lo último que habría querido hacer es ir a un concierto con mi papá o mi abuelo! Pero veo que eso sucede allí fuera.”
El público de Metallica es un crisol de historias y orígenes. Desde niños pequeños hasta personas mayores, pasando por seguidores en sillas de ruedas, la mezcla es total. Como Hetfield lo describe, Metallica es un faro para los inadaptados de todo el planeta, transformándolos en una gran familia. “Reunimos a muchos inadaptados alrededor de este planeta, y hacemos una familia de ellos. Creamos una energía que nos ayuda a superar la vida.”
Más que música: El impacto de all within my hands
La filosofía de comunidad y apoyo mutuo de Metallica no se limita al escenario. En 2017, la banda formalizó su compromiso social lanzando la fundación All Within My Hands (AWMH). Esta iniciativa solidaria, cuyo nombre se inspira en una de sus canciones, tiene como objetivo principal luchar contra el hambre, apoyar la educación de la fuerza laboral y financiar servicios locales críticos. A través de AWMH, Metallica busca devolver a la sociedad parte del éxito que han cosechado, utilizando su plataforma para generar un impacto positivo tangible.
El trabajo de AWMH se ha centrado en subvencionar programas de capacitación vocacional en Estados Unidos, ayudando a las personas a adquirir habilidades técnicas para empleos bien remunerados. Además, han sido cruciales en la respuesta a desastres naturales, proporcionando ayuda inmediata a las comunidades afectadas. Este esfuerzo refleja el deseo de Hetfield de tender una mano a aquellos que están luchando, tal como él mismo luchó en el pasado.
“Con nuestra fundación, esperamos ser un poco de ayuda [para que otros] salgan de la lucha,” explica el vocalista. El lema de la fundación, «Dando la vuelta, mejorando vidas», encapsula perfectamente su misión: utilizar el alcance global de Metallica para fortalecer las comunidades locales.
El camino recorrido y la gratitud de papa het
La carrera de James Hetfield no ha estado exenta de desafíos. A lo largo de los años, ha sido abierto sobre sus batallas personales, incluyendo la adicción y la necesidad de rehabilitación. La estabilidad y el éxito de Metallica, así como la devoción de sus fans, son un testimonio de la perseverancia y el arduo trabajo invertido.
Hetfield reconoce que “ha luchado duro” para llegar a donde está, para “estar en una banda y hacer música.” Sin embargo, la recompensa es que su profesión apenas se siente como un trabajo rutinario de 9 a 5. Con un tono jocoso, añade: “Tengo el mejor trabajo del mundo, ¡si es que se le puede llamar trabajo! Encontré mi pasión temprano en la vida. Estoy súper agradecido por eso, y porque tuve padres que me apoyaron en torno a eso.”
Para un músico que ha navegado por las turbulentas aguas del estrellato y la vida personal, encontrar un propósito que trascienda la música es fundamental. La conexión con la “Familia Metallica” le proporciona ese combustible emocional esencial. Cada actuación es un recordatorio de que él no solo está dando, sino que también está recibiendo inmensas cantidades de energía y validación.
Cuando ve a los fans, su respuesta es instintiva: “[Cuando veo a los fans] mi corazón se llena por completo y estoy listo para seguir adelante y dar caña, ¿sabes?”
La humildad y la gratitud de Hetfield son evidentes. No se ve a sí mismo como una deidad del rock, sino como un participante afortunado en un fenómeno masivo. Él resume su perspectiva con una frase que encapsula su inmensa fortuna: “Estoy tan bendecido, tengo el mejor asiento de la casa.”
Visto en: www.guitar.com