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Muere Jellybean Johnson, influyente baterista de The Time

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La comunidad del funk y el R&B se viste de luto. Garry George «Jellybean» Johnson, la fuerza rítmica detrás de bandas fundamentales del ecosistema Prince como The Time y The Family, falleció el pasado viernes a la edad de 69 años, tan solo dos días después de haber celebrado su cumpleaños.

Jellybean Johnson fue mucho más que un músico; fue un pionero cuyo trabajo ayudó a definir el icónico ‘Minneapolis Sound’, una fusión electrizante de funk-rock, new wave y synth-pop que dominó las listas en los años 80 y se convirtió en sinónimo del talento de Prince. Su habilidad para manejar tanto la batería como la guitarra le permitió dejar una huella indeleble en la música contemporánea.

Un tributo de familia

Las reacciones a su muerte no se hicieron esperar, siendo uno de los tributos más emotivos el de Susannah Melvoin, vocalista de The Family, la banda donde Johnson también militó. A través de una publicación en Instagram, Melvoin recordó a su “hermoso hermano” destacando no solo su virtuosismo como baterista, sino también su amor por la guitarra.

“Esta banda fue y es el tipo de Familia que creía que todos pertenecíamos juntos por derecho en el amor, la música y la amabilidad,” escribió Melvoin, subrayando que para Jellybean, “el oxígeno era la inhalación y exhalación de tocar su guitarra.” Este sentimiento encapsula el espíritu de camaradería y la intensidad musical que caracterizó la escena de Minneapolis.

Los orígenes del sound de mineápolis

Nacido el 19 de noviembre de 1956 en Chicago, Johnson se trasladó a Minneapolis siendo un niño. Desde su adolescencia, se dedicó a dominar tanto la batería como la guitarra, habilidades que resultaron cruciales para su carrera. Su primer gran paso lo dio al unirse al grupo de funk/R&B Flyte Tyme. Esta formación, que también incluía a Terry Lewis y Jimmy Jam, evolucionó en 1981 hasta convertirse en The Time, después de que Prince interviniera, añadiendo a Morris Day como líder y baterista inicial, y a Jesse Johnson en la guitarra.

Aunque Prince y Morris Day se encargaron de la percusión en los primeros dos álbumes de The Time, la influencia de Johnson comenzó a crecer notablemente en el estudio. Su rol se hizo más activo a partir del tercer álbum de la banda, Ice Cream Castle (1984), el cual consolidó a The Time como una entidad propia y fundamental en la difusión del Minneapolis Sound a nivel mundial. Además de su trabajo musical, Johnson interpretó una versión ficticia de sí mismo en la icónica película de 1984, Purple Rain, que inmortalizó el talento de la banda en la gran pantalla.

Productor de éxitos multiplatino

Cuando The Time se disolvió temporalmente en 1985, Johnson formó parte brevemente de The Family, pero fue en su faceta de productor donde alcanzó un éxito rotundo. Su talento para el ritmo y la composición le permitió colaborar con algunas de las estrellas más grandes del R&B y el pop de la época.

Quizás su mayor logro como productor fue coproducir el éxito de Janet Jackson, “Black Cat”, un tema que alcanzó el número uno en las listas y fue crucial para el monumental éxito del álbum Rhythm Nation 1814. Pero su toque mágico no se detuvo ahí; también estuvo detrás de otros grandes éxitos del Top 10, incluyendo “Criticize” de Alexander O’Neal y “Crucial” de New Edition. Esta trayectoria demuestra la versatilidad de Johnson, quien podía pasar de la complejidad del funk de Prince a la pulcritud del pop comercial manteniendo siempre una base rítmica impecable.

La maestría de replicar la máquina

Jellybean Johnson era particularmente admirado por su increíble capacidad para replicar, en batería en vivo, ritmos originalmente programados por máquinas de batería, una práctica común en las producciones de Prince. El ejemplo más famoso es el complejo beat de “777-9311” de The Time.

Al discutir cómo lograba esta hazaña técnica, Johnson compartió su filosofía con el periodista y autor Dan Leroy:

“No intento que sea perfecto. Créeme: he visto muchísimos bateristas de clase mundial. Lo golpean, lo clavan de forma muy similar. Yo nunca intenté acercarme tanto. Traté de hacerlo a la manera de Jellybean. Funcionó. Engañó a mucha gente. He oído a personas decir, ‘Hombre, nadie puede tocar como Jelly.’ Hay gente que puede tocarlo mejor que yo, pero… al menos te engañé haciéndote pensar que lo hice, ¿sabes?”

Esta cita captura la esencia de su legado: no se trataba solo de la precisión técnica, sino de la personalidad y el swing que inyectaba a cada ritmo, haciendo que los sonidos fríos de una caja de ritmos cobraran vida en el escenario.

Reuniones y legado perdurable

Johnson se reunió con The Time por primera vez en 1990, logrando su sencillo más exitoso, el Top 10 “Jerk Out”. Las reuniones continuaron, demostrando la química perdurable de la banda. En 2008, actuaron junto a Rihanna en los premios Grammy, introduciendo su sonido a una nueva generación. Lanzaron su álbum final en 2011, Condensate, bajo el nombre The Original 7ven.

La muerte de Garry “Jellybean” Johnson representa la pérdida de un auténtico arquitecto del funk moderno. Su contribución a The Time, su habilidad para cruzar géneros como productor y su estilo inconfundible en la batería aseguran que su ritmo seguirá resonando en el canon de la música popular por muchos años.

Visto en: ultimateclassicrock.com

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