Gene Simmons, el icónico bajista y cofundador de KISS, es una figura de contrastes. Conocido por su maquillaje de “Demonio”, su lengua kilométrica y su estilo de vida excesivo en el escenario, su vida personal diverge drásticamente del arquetipo del rockstar autodestructivo. En una revelación que ha sorprendido a muchos, Simmons ha compartido detalles sobre su estricto camino hacia la sobriedad y su dieta inusual, la cual compensa la ausencia de alcohol y drogas con una cantidad sorprendente de dulces.
En un video reciente para Men’s Health, titulado Gym & Fridge, Simmons describe su régimen dietético como: “acerca de tanta diversión como pueda tener con mis pantalones puestos”. Esta declaración encapsula perfectamente la mentalidad del músico, quien parece aplicar el mismo entusiasmo y exceso que caracterizaron su carrera en el rock and roll a sus hábitos alimenticios.
El secreto de Simmons: Quemar calorías y comer pasteles
A pesar de sus 74 años, Simmons sigue siendo una máquina de energía, y su dieta está diseñada para alimentar el esfuerzo físico extremo que requiere ser un miembro de KISS. Usar 40 libras de armadura, botas de plataforma de siete pulgadas que pueden pesar hasta diez libras cada una, y actuar durante horas es, como él mismo explica, un entrenamiento de alta intensidad. Las calorías que quema en el escenario son masivas, lo que le permite justificar sus indulgencias.
“Cuando estaba en medio de una gira, comía tarta de queso todos los días,” confiesa Simmons. Esta elección parece extraña, pero la lógica detrás de ella es simple: la reposición de glucosa. A pesar de que la presión del rendimiento a menudo reduce su apetito general, el cuerpo de Simmons anhelaba los azúcares simples después del esfuerzo. Su rutina alimenticia diaria durante la gira era metódica: un gran desayuno con claras de huevo, quizá un poco de bistec, tostadas y café. Después, un ayuno hasta media tarde, seguido de un poco de pasta para carbohidratos antes del show.
El verdadero ritual llegaba después de salir del escenario. “Al salir del escenario, pastel. Ni siquiera tenía que comerlo, simplemente me lo frotaba por todo el cuerpo,” explicó. Si bien este acto de untarse pasteles de celebración es una excentricidad que solo Simmons podría justificar, subraya la relación poco convencional que tiene con la comida, tratándola quizás como un premio, o incluso como parte de la performance post-show.
La sobriedad innegociable
En un género históricamente plagado de excesos y adicciones, la sobriedad inquebrantable de Gene Simmons es notable. Nunca ha bebido alcohol ni usado drogas. Esta decisión, según él, se remonta a una profunda lealtad familiar y un sentido de propósito.
“Yo no bebo. Nunca lo he hecho… El mundo del rock está lleno de perdedores, idiotas. En realidad, creo que se remonta a mi madre,” comenta Simmons. Su madre, Flóra Kovács, fue una superviviente de los campos de concentración de la Alemania nazi a la edad de 14 años. La experiencia de su madre forjó en Simmons un profundo respeto por la vida y el esfuerzo, y el temor a defraudarla.
“Ella es mi única hija, así que esta idea de que podrías ser un perdedor, no ser capaz de ganarte la vida y destruirte a ti mismo… Es una locura. No,” afirma. Esta conexión emocional y el deseo de honrar el sacrificio de su madre lo mantuvieron firme en un entorno donde la tentación era constante. Es una postura que contrasta fuertemente con las historias de otros iconos del rock clásico que lucharon abiertamente contra el abuso de sustancias, solidificando la imagen de Simmons como un empresario astuto tanto como un músico.
El doctor del amor y el legado de kiss
Además de su dieta y su estilo de vida saludable, Simmons sigue siendo tan audaz en sus declaraciones como siempre. A pesar de admitir que nunca ha sido un entusiasta de los médicos, se autoproclama orgullosamente “el doctor del amor”, una afirmación que refuerza su reputación de megalómano y galán empedernido. Esta faceta se hizo eco en 2023 cuando “confirmó” el rumor de que supuestamente se había acostado con casi 5.000 mujeres a lo largo de su carrera. Aunque tales cifras son, sin duda, exageraciones típicas del espectáculo del rock, demuestran que Simmons valora su leyenda y su persona tanto como su música.
El capítulo de KISS como banda de gira concluyó físicamente en diciembre de 2023 con su último concierto. Sin embargo, su legado está lejos de terminar. Simmons y Paul Stanley anunciaron que la banda continuará en el futuro exclusivamente como avatares digitales en vivo, un movimiento impulsado por la tecnología de Pophouse Entertainment (los creadores de ABBA Voyage). Este paso futurista subraya la visión empresarial de Simmons y Stanley: transformar el esfuerzo físico que tan exhausto lo dejaba (y que demandaba esas raciones diarias de pastel) en una experiencia digital inmortal. La historia de Gene Simmons, desde los pasteles hasta los avatares, es el testimonio de un rockstar que supo convertir su vida entera en un espectáculo rentable.
Visto en: www.guitar.com