Para Paul McCartney, el otoño de 1969 fue una época de desintegración personal y profesional. El fin de The Beatles, detonado por la salida de John Lennon en septiembre, desató una vorágine de caos mediático y emocional que casi lo consume. Ahora, más de medio siglo después, el legendario músico se sincera sobre esta dolorosa transición en un extracto de su nuevo libro de historia oral, Wings: The Story of a Band on the Run.
El libro no solo relata el nacimiento de su banda Wings, sino que también ofrece una visión íntima de los duros desafíos que enfrentó al pasar de ser el Beatle más joven y exitoso a intentar forjar una nueva identidad como solista, esposo y padre. Un proceso que, según él, lo llevó a experimentar una muerte metafórica.
El nacimiento de una leyenda urbana y una muerte simbólica
Coincidiendo con el colapso interno de la banda, una de las leyendas urbanas más persistentes y extrañas del rock and roll tomó fuerza: “Paul está muerto” (Paul is dead). El rumor, impulsado por un DJ de Detroit y un oyente que ofrecían supuestas ‘pistas’ ocultas en las portadas de los álbumes y las letras de las canciones, afirmaba que McCartney había fallecido en un accidente automovilístico en 1966 y había sido reemplazado secretamente por un doble.
McCartney describe el impacto surrealista de este fenómeno:
Habíamos oído hablar de ello mucho antes, pero de repente, en ese otoño de 1969, agitado por un DJ en Estados Unidos, cobró una fuerza propia, por lo que millones de fans en todo el mundo creyeron que yo realmente había desaparecido.
Aunque en su momento, el músico le preguntó a su esposa, Linda: “Linda, ¿cómo es posible que esté muerto?”, ahora reflexiona sobre la precisión emocional de la leyenda.
“Ahora, sin embargo, estoy empezando a pensar que los rumores eran más precisos de lo que se podría haber pensado en ese momento. De muchas maneras, yo estaba muerto… Un ex-Beatle de 27 años a punto de serlo.”
La ruptura, según sus propias palabras, “golpeó como la bomba atómica”, destrozando las amistades, rutinas y estructuras que habían definido su vida durante la última década. Este quiebre no solo fue emocional, sino que se convirtió en una complicada pesadilla legal.
La batalla legal y la disolución de apple corps
El fin de The Beatles estuvo marcado por un intrincado conflicto legal y personal, principalmente centrado en la figura de Allen Klein. Mientras John Lennon, George Harrison y Ringo Starr habían confiado en Klein para gestionar los asuntos financieros de la banda (Apple Corps), McCartney desconfiaba profundamente de sus métodos. Sintió que la única forma de proteger su futuro creativo y financiero era romper por completo la asociación.
En 1970, McCartney tomó la decisión extremadamente difícil de demandar a sus compañeros de banda para disolver legalmente la sociedad. Este movimiento fue visto por muchos como un acto de traición, pero como él mismo declaró en 2020 a British GQ, fue “la única manera de salvar a The Beatles y Apple”. Aunque logró su objetivo de alejar a Klein, el costo personal fue inmenso, dejando a McCartney lleno de dudas sobre su futuro artístico. ¿Podría seguir adelante tras una década tan asombrosa? ¿Sería capaz de superar las crisis que explotaban a diario?
El renacimiento con wings: un comienzo turbulento
A pesar del dolor y el desorden legal, McCartney sabía que su vocación era la música. “Siéntame con una guitarra y déjame empezar. Ese es mi trabajo”, afirma. Tras un par de álbumes en solitario donde demostró su virtuosismo tocando casi todos los instrumentos (desde la acústica y la eléctrica, hasta el bajo y la batería), McCartney y Linda se enfocaron en construir una nueva banda: Wings.
El camino de Wings, que existió de 1971 a 1981, estuvo lleno de altibajos. El libro relata el difícil trayecto, que incluyó constantes cambios en la formación (siendo Denny Laine un miembro constante crucial), éxitos de lista y fracasos críticos. Uno de los momentos más bajos fue cuando, en un intento por resolver una disputa con su editor sobre los créditos de Linda, accedió a crear un especial de televisión, James Paul McCartney (1973), que fue destrozado por la crítica y casi ignorado por el público.
Sin embargo, la suerte (y la magia de McCartney) cambió rápidamente. El momento del desastre televisivo coincidió con el lanzamiento del primer éxito número uno de Wings en Estados Unidos, “My Love”, seguido poco después por el tema de la película de James Bond, “Live and Let Die”. Esto consolidó a Wings como una fuerza musical independiente de la sombra de The Beatles, culminando en álbumes icónicos como Band on the Run (1973), grabado en circunstancias caóticas en Lagos, Nigeria, y que cimentó el estatus de McCartney como líder de banda y compositor.
Finalmente, las presiones de la fama y la vida familiar (incluyendo un famoso arresto por posesión de marihuana en Japón en 1980) llevaron a McCartney a disolver Wings para centrarse nuevamente en su carrera en solitario, cerrando un capítulo fundamental de su vida artística.
El legado continúa
La publicación de Wings: The Story of a Band on the Run no es el único proyecto relacionado con McCartney y The Beatles en el horizonte. El 7 de noviembre saldrá un álbum recopilatorio de Wings. Además, el documental Man on the Run se estrenará el 25 de febrero de 2026, detallando su transición de ser la mitad de la sociedad de composición Lennon-McCartney a líder de Wings.
Para alegría de los fans, la histórica serie Anthology de The Beatles (1995) también recibirá una actualización. Se planea un nuevo, noveno episodio documental que se transmitirá exclusivamente en Disney+ a partir del 26 de noviembre. Este nuevo episodio incluirá imágenes inéditas de McCartney, Harrison y Starr reuniéndose entre 1994 y 1995, ofreciendo reflexiones profundas sobre sus vidas en The Beatles, demostrando que, incluso después de la disolución, el espíritu de la banda sigue siendo una fuente inagotable de historias.
Visto en: www.guitarplayer.com

