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Limp Bizkit lamenta la muerte de Sam Rivers a los 48 años

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La comunidad del rock y el metal está de luto. Sam Rivers, el bajista fundador de los gigantes del nu metal, Limp Bizkit, ha fallecido a la edad de 48 años. La noticia fue confirmada por la propia banda, quienes compartieron un emotivo y profundo homenaje a través de sus redes sociales, destacando la figura de Rivers no solo como un compañero de banda, sino como el alma musical del grupo.

El anuncio oficial de Limp Bizkit resonó en todos los rincones, ofreciendo unas palabras que demuestran la profunda conexión que existía entre sus miembros. Fred Durst, Wes Borland, John Otto y DJ Lethal despidieron a su amigo con un tributo conmovedor:

El conmovedor homenaje de Limp Bizkit

“Hoy perdimos a nuestro hermano. Nuestro compañero de banda. Nuestro latido.
Sam Rivers no era solo nuestro bajista, era magia pura. El pulso debajo de cada canción, la calma en el caos, el alma en el sonido. Desde la primera nota que tocamos juntos, Sam trajo una luz y un ritmo que nunca podrían ser reemplazados. Su talento era sin esfuerzo, su presencia inolvidable, su corazón enorme.”

El comunicado continuó, reflejando las décadas de vivencias compartidas en la carretera y en el estudio:

“Compartimos muchísimos momentos: salvajes, tranquilos, hermosos, y cada uno de ellos significó más porque Sam estaba allí. Era un tipo de humano único en la vida. Una verdadera leyenda de leyendas. Y su espíritu vivirá para siempre en cada groove, cada escenario, cada recuerdo. Te amamos, Sam. Te llevaremos con nosotros, siempre. Descansa tranquilo, hermano. Tu música nunca termina. Fred, Wes, John & DJ Lethal.”

La causa de la muerte de Sam Rivers no ha sido revelada oficialmente al momento de redactar este artículo, aunque su historial médico era conocido públicamente, añadiendo una capa de tristeza y comprensión a su repentina partida.

Un pilar fundamental en el sonido nu metal

Nacido en 1977 en Jacksonville, Florida, Sam Rivers fue crucial en la formación de Limp Bizkit en 1994, junto a su primo John Otto (batería) y el vocalista Fred Durst. En una era dominada por los riffs agresivos y los ritmos sincopados, la línea de bajo de Rivers era más que un simple soporte; era la base melódica y rítmica que cimentó el sonido característico de la banda.

Rivers era conocido por su estilo agresivo y a menudo funk en el bajo, incorporando técnicas como el slapping que añadían una dimensión de groove inusual en el heavy metal tradicional. Su trabajo junto a John Otto en la sección rítmica es considerado uno de los dúos más influyentes en el género nu metal, proporcionando el «pulso» fundamental que la banda mencionaba en su tributo. Temas icónicos como ‘Nookie’, ‘Rollin’ (Air Raid Vehicle)’ y ‘My Way’ deben gran parte de su energía y complejidad a las líneas de bajo de Rivers.

A lo largo de su carrera, Rivers participó en los seis álbumes de estudio de la banda: Three Dollar Bill, Y’all$ (1997), Significant Other (1999), Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water (2000), Results May Vary (2003), Gold Cobra (2011) y el más reciente, Still Sucks (2021). Su compromiso con el sonido de la banda se mantuvo inquebrantable incluso en los periodos de inestabilidad interna.

Su lucha silenciosa: la batalla contra la enfermedad hepática

Aunque su presencia en el escenario siempre fue poderosa, Rivers libró una batalla personal y extremadamente difícil contra problemas de salud derivados del abuso crónico de alcohol. Entre 2015 y 2018, se tomó un breve descanso de la banda para centrarse en su salud. Esta lucha culminó en una enfermedad hepática severa.

En 2020, durante una entrevista con el autor Jon Wiederhorn para su libro Raising Hell, Rivers se abrió sobre la extensión de su alcoholismo y las consecuencias devastadoras:

“El médico me dijo: ‘Si no paras, vas a morir’. Tenía una enfermedad hepática realmente grave. Dejé de beber e hice todo lo que los médicos me dijeron. Luché contra la enfermedad hepática durante un par de años y ganó. Tuve que someterme a un trasplante de hígado en 2017.”

A pesar del trasplante y los esfuerzos por recuperar su salud, esta condición marcó sus últimos años. Su valentía al hablar de ello arrojó luz sobre la seriedad del abuso de sustancias en la industria musical y la importancia de buscar ayuda.

El legado imborrable del ritmo

Sam Rivers será recordado no solo como un miembro fundador de una de las bandas más importantes de las últimas tres décadas, sino como un músico con un talento innato que supo cómo hacer vibrar a millones de fans con un bajo. En el complejo tapiz del nu metal, donde la fusión de géneros era clave, Rivers fue el encargado de inyectar ese factor funk y hip-hop que elevó a Limp Bizkit por encima de muchos de sus contemporáneos.

Mientras el mundo lamenta la pérdida de Rivers, su música perdurará. La base rítmica que creó en Limp Bizkit sigue siendo el corazón palpitante de la nostalgia de finales de los 90 y principios de los 2000. Descanse en paz, Sam Rivers. Su pulso, aunque ya no físico, seguirá resonando en el canon del rock para siempre.

Visto en: www.guitar.com

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