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Joe Satriani: ¿El mejor profesor o un tirano del «shred»?

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Joe Satriani no es solo una leyenda del shred y el rock instrumental; es, quizás, el profesor de más alto perfil que jamás haya tenido la música moderna. Su lista de antiguos alumnos parece sacada de un Salón de la Fama del metal y el rock: Steve Vai, Kirk Hammett (Metallica), Alex Skolnick (Testament) y Larry LaLonde (Primus) son solo algunos de los nombres que pasaron por sus clases en la zona de Berkeley, California, a mediados de los 80.

Si bien para muchos de estos alumnos su estricto régimen de estudio fue fundamental para alcanzar la cima, no todos sintieron la misma conexión con la pedagogía del maestro.

La disidencia de xan mccurdy, el músico de cake

El guitarrista de la banda Cake, Xan McCurdy, es un claro ejemplo de que la metodología de Satriani, enfocada en la técnica extrema, no era universalmente atractiva. McCurdy, que comenzó con la guitarra a los 12 años, tenía un gusto musical centrado en el rock británico y los sonidos clásicos, lejos de la explosión del virtuosismo que dominaba los años 80, impulsada por figuras como Eddie Van Halen.

Al recordar sus estudios con Satriani, McCurdy confiesa que el enfoque del maestro le resultaba excesivo y poco musical:

“Sentí que estaba tratando de construir un ejército de ‘shredders’. Cosas sin sentido, no musicales; solo ejercicios para los dedos. Ni siquiera eran escalas, solo ejercicios para que tus manos fluyeran y tuvieras la máxima destreza, ¿sabes? Y eso no era lo que me interesaba en absoluto porque no me importaba.”

La diferencia clave radicaba en el gusto y la filosofía de práctica. Mientras Satriani promovía una disciplina rígida para alcanzar la destreza máxima (la base del movimiento shred), McCurdy buscaba una conexión emocional con la música, priorizando la influencia de figuras como Chuck Berry y los músicos de blues.

Para McCurdy, la solución no fue la rigidez, sino un ambiente de estudio más relajado. Finalmente, encontró otro instructor que, en lugar de imponer rutinas, le preguntaba: “All right, so what do you wanna do?” (Muy bien, ¿qué quieres hacer?). Esta aproximación, centrada en la expresión personal, permitió a McCurdy desarrollar el sonido ecléctico de Cake, que abarca country, mariachi, rock y disco.

El impacto transformador en alex skolnick y steve vai

La experiencia de McCurdy contrasta fuertemente con la de otros alumnos célebres. Alex Skolnick, guitarrista de Testament, describe a Satriani como una figura de autoridad que exigía excelencia. Cuando Skolnick, entonces un joven prometedor en la escena del thrash metal, decidió estudiar con el maestro, sabía que se enfrentaba a un desafío serio.

Skolnick sabía que “Joe” era una leyenda local y un “músico muy serio. Si no haces tu tarea, te despedirá como estudiante.” Esta disciplina forjó la base de su impresionante técnica y su posterior capacidad para moverse con soltura entre el metal extremo y el jazz. La atención al detalle y la estructura metódica proporcionada por Satriani fueron esenciales para su desarrollo.

Pero si hay un estudiante que personifica el éxito de la escuela de Satriani, ese es Steve Vai. Satriani fue el mentor de Vai cuando este era solo un adolescente obsesionado con la técnica. Vai ha hablado en innumerables ocasiones sobre la intensidad de las lecciones, que a menudo incluían ejercicios extremadamente complejos diseñados para expandir los límites físicos y teóricos del instrumento. El mismo Vai es famoso por haber desarrollado rutinas de práctica agotadoras, reflejando la dedicación inculcada por Satch.

Satriani: el maestro en el epicentro del «shred»

Para entender la metodología de Satriani en los años 80, es crucial contextualizar el entorno musical de la época. La era del shred estaba en pleno auge. Después de la revolución de Eddie Van Halen, la velocidad, la precisión y la complejidad técnica se convirtieron en los estándares de oro para los guitarristas de rock y metal.

Satriani, siendo un técnico magistral, preparaba a sus estudiantes para triunfar en ese mundo competitivo. Su enfoque no era solo la velocidad por la velocidad, sino el control absoluto sobre el instrumento. Aunque McCurdy lo percibiera como ejercicios “sin sentido”, la finalidad de esos ejercicios era dar a los estudiantes (especialmente aquellos orientados al metal como Hammett y Skolnick) la capacidad de ejecutar ideas musicales increíblemente rápidas y complejas con claridad.

A pesar de que Joe Satriani ya no se dedica a la enseñanza privada, su legado pedagógico perdura. No solo a través de sus alumnos superestrellas, sino también a través de la influencia que tuvo en definir lo que significa ser un virtuoso moderno en la guitarra eléctrica. Su historia demuestra que, en la enseñanza musical, no existe un camino único: mientras que el rigor metódico es la llave para la maestría técnica de algunos, otros encuentran su voz a través de la exploración libre y la conexión emocional con el instrumento.

Visto en: www.guitarplayer.com

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