Si alguna vez te has preguntado cuál es el camino más eficiente para convertirte en un músico verdaderamente excepcional, la respuesta podría no estar en la pila de libros de teoría musical o en la práctica interminable de escalas. Según Tim Henson, el virtuoso de Polyphia, la clave reside en una habilidad fundamental que a menudo se subestima: el entrenamiento auditivo.
Henson, conocido por la complejidad técnica y la innovación de su trabajo con Polyphia, ha compartido una perspectiva refrescante sobre cómo los músicos, especialmente los instrumentistas de cuerdas, deben abordar su formación. Aunque la teoría musical es innegablemente importante —ayudando a entender por qué ciertas progresiones de acordes funcionan—, Henson enfatiza que existe un valor superior en “aprender todo lo que puedas de oído”.
La rigidez del violín y el escape de la música clásica
La postura de Henson no nace de un rechazo total a la estructura, sino de una experiencia personal profunda. En una entrevista con The Music Zoo (vía Guitar World), reveló que su primer contacto con la música fue a través del violín a la edad de tres años.
“Empecé a tocar el violín. Antes de empezar a tocar la guitarra, empecé a tocar a la edad de tres años. Puedo leer partituras de violín bastante bien”, explica Henson. Sin embargo, esta base formal terminó teniendo un efecto secundario negativo. Henson confiesa que el violín era tan rígido que terminó por “matar cualquier tipo de amor por la música”.
“Me hizo odiar la música,” dice. “Especialmente en la música clásica, esencialmente solo estás haciendo versiones todo el tiempo. No hay espacio para la creatividad. Y cuando agarré la guitarra a los 10 años, lo vi como un escape de eso.” Este deseo de libertad y autoexpresión lo llevó a priorizar el aprendizaje por instinto y oído, en lugar de depender únicamente de la notación impresa.
Tablaturas: una herramienta de verificación, no un sustituto
Dado que la música de Polyphia es notoriamente compleja, muchos músicos recurren inmediatamente a las tablaturas (tabs). De hecho, Polyphia las vende, y Henson reconoce su utilidad.
“Vendemos nuestra tablatura,” afirma. “Es una de las cosas que nos ayuda a pagar nuestras cuentas, y creo que es una gran herramienta y una gran ayuda. Pero para los jóvenes guitarristas que quieren tocar, apréndanlo de oído.”
Henson es claro: las tabs son para la verificación. El proceso debe ser inverso: primero el oído, luego la tablatura. “Y si quieres conseguir la tablatura después para verificar y quizás, si hay algo con lo que estabas luchando y que simplemente no podías conseguir, claro, hazlo, pero apréndelo de oído. Eso va a ser lo más importante para cualquier músico: simplemente poder escucharlo y tocarlo.”
La importancia cognitiva del entrenamiento auditivo
¿Por qué esta insistencia en el oído? La ciencia de la música sugiere que el entrenamiento auditivo (o «ear training») es crucial para desarrollar una musicalidad profunda. Cuando un músico transcribe una pieza de oído, no solo memoriza la secuencia de notas, sino que internaliza la relación tonal, el ritmo y la dinámica de una manera que la lectura de una tablatura nunca podría lograr.
El aprendizaje auditivo fortalece el vínculo entre lo que se escucha y lo que se ejecuta. Mejora la capacidad de improvisación, ya que el músico puede predecir qué notas o acordes sonarán bien en un contexto dado, sin necesidad de recurrir a la teoría consciente. Esto es fundamental para desarrollar el tono relativo y el sentido del fraseo. Para un músico que quiera componer o improvisar, el conocimiento teórico es el mapa, pero el entrenamiento auditivo es el vehículo que permite navegar ese mapa sin esfuerzo.
Además, al desafiarte a descifrar la música de oído, estás activando áreas cerebrales de procesamiento de sonido y memoria musical, lo que resulta en una retención y comprensión mucho más profundas del material. Los grandes músicos de jazz y blues, históricamente, rara vez dependían de partituras; su maestría provenía de escuchar, imitar y reinterpretar lo que oían.
El eterno debate entre oído y teoría
La tensión entre la práctica basada en el oído y el conocimiento teórico ha sido un tema de debate constante en el mundo musical. Tim Henson no es el único en relativizar la teoría.
A principios de este año, el exguitarrista de All That Remains, Jason Richardson, también minimizó la necesidad de un conocimiento exhaustivo de la teoría, recordando que “Se llama ‘teoría’ musical, no ‘ley’.” De manera similar, el YouTuber Become the Knight señaló que “puedes tener estas herramientas en tu caja de herramientas y aún así hacer arte bastante mediocre”, sugiriendo que la teoría no garantiza la calidad artística.
Sin embargo, hay defensores acérrimos del conocimiento estructural. Uno de ellos es el maestro del jazz-funk, Cory Wong, quien previamente criticó a los músicos que no conocen cada nota en el diapasón. Para Wong, el dominio total de la teoría y la estructura es esencial para la fluidez y la ejecución instantánea de ideas musicales.
La conclusión parece ser que, si bien la teoría proporciona el lenguaje para describir la música, el oído proporciona la intuición y la conexión emocional para crearla. La enseñanza de Tim Henson es un poderoso recordatorio de que debemos tratar a la música no solo como una serie de reglas, sino como un idioma que debe ser internalizado y comprendido auditivamente. Para llevar tu habilidad al siguiente nivel, escucha más y lee menos: tu oído es tu mejor profesor. Este equilibrio entre el entendimiento estructural (teoría) y la percepción sensorial (oído) es, en última instancia, lo que define a los músicos más completos y creativos.
Visto en: www.guitar.com