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Höfner, la marca del bajo de McCartney, se declara en bancarrota

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La histórica marca alemana de bajos e instrumentos de cuerda, Höfner, ha sacudido la industria musical al anunciar que ha solicitado la insolvencia provisional en Alemania. Esta revelación, confirmada por un nuevo expediente presentado en el Tribunal de Distrito de Fürth en Baviera, marca un momento de gran incertidumbre para una compañía cuya trayectoria se extiende por más de 135 años.

Aunque los detalles sobre las causas exactas de la insolvencia son escasos, el expediente confirma que la «administración concursal provisional» fue ordenada para Karl Höfner GmbH & Co. a partir del 10 de diciembre. Se ha nombrado a un administrador que tendrá la tarea de intentar rectificar las deudas de la compañía durante los próximos tres meses, lo que generalmente indica un período crucial de reestructuración o la búsqueda de posibles inversores o compradores.

Esta no es la primera vez que Höfner se enfrenta a tiempos difíciles, pero el impacto en su producción y en el mercado de instrumentos de cuerda es potencialmente significativo. Los problemas financieros en la fabricación de instrumentos, impulsados por la inflación, el aumento de los costes de las materias primas y los desafíos de la cadena de suministro global, han afectado a muchas empresas del sector en los últimos años.

Un legado forjado en el siglo xix

La historia de Höfner es tan compleja y rica como la historia de Europa central. Fue fundada por Karl Höfner en 1887 en Schönbach, un pueblo que en aquel entonces pertenecía al Imperio austrohúngaro y que hoy es Luby en la República Checa. La empresa creció rápidamente, estableciéndose como uno de los mayores proveedores de instrumentos de cuerda de la región, destacando por sus violines, violonchelos y, más tarde, guitarras acústicas y archtop de alta calidad.

La Segunda Guerra Mundial supuso un freno drástico para sus operaciones, ya que sus instalaciones se utilizaron para la fabricación de suministros para el ejército alemán. Tras la posguerra, la reconstitución de Alemania y la expulsión de alemanes de Checoslovaquia forzaron la reubicación de Höfner a Alemania Occidental, donde abrieron una nueva fábrica en Bubenreuth en 1950. Esta reubicación demostró la resiliencia de la marca.

A lo largo de las décadas de 1950, 1960 y 1970, la compañía continuó expandiéndose. Experimentó varios cambios de propiedad, siendo adquirida por el grupo Boosey & Hawkes en 1994, que a su vez la vendió al Music Group en 2003. Finalmente, en diciembre de 2004, Höfner volvió a manos privadas, siendo adquirida por el director general Klaus Schöller y su esposa, la directora financiera Ulrike Schrimpff.

El ícono del bajo de violín

Si bien Höfner ha fabricado innumerables instrumentos a lo largo de su historia (incluyendo venerados modelos de guitarras de jazz y clásica), hay uno que garantiza su inmortalidad en el panteón del rock and roll: el bajo 500/1, conocido popularmente como el «Violin Bass» o «Beatle Bass».

Este bajo se hizo inconfundiblemente famoso gracias a Paul McCartney, quien rara vez era visto tocando otro instrumento durante su tiempo con The Beatles. El diseño simétrico y liviano, inicialmente concebido como un bajo acústico, ofrecía un tono cálido y distintivo que resonó perfectamente con la música de la época. Curiosamente, el primer 500/1 de McCartney tiene su propia historia dramática: fue robado en 1972 y, de forma milagrosa, fue encontrado en un ático en Suffolk tras casi cinco décadas de búsqueda.

La influencia del 500/1 va más allá de McCartney. Otros músicos notables como Tina Weymouth de Talking Heads y Mike Rutherford de Genesis han utilizado bajos Höfner, consolidando la reputación de la marca no solo por su herencia, sino también por la calidad sonora de sus instrumentos de cuerpo hueco.

¿Qué significa la insolvencia provisional?

En el derecho concursal alemán, la insolvencia provisional (vorläufige Insolvenzverwaltung) es un mecanismo diseñado para proteger a la empresa de los acreedores mientras se evalúa si la compañía puede ser rescatada. El administrador concursal tiene la autoridad para tomar decisiones y revisar todas las operaciones financieras. Esto no implica necesariamente el cese inmediato de la actividad, sino más bien una pausa forzosa para buscar una solución sostenible, ya sea a través de la reestructuración interna, la venta de activos o la adquisición por parte de un nuevo inversor.

Para los entusiastas y coleccionistas, esta es una historia en desarrollo que podría definir el futuro de una de las marcas más legendarias de instrumentos de cuerda. Estaremos atentos a cualquier actualización sobre si Höfner logra encontrar un camino para mantener viva su tradición histórica.

Visto en: www.guitar.com

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