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La épica sorpresa de Bruce Springsteen en Stone Pony

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La legendaria sala Stone Pony en Asbury Park, Nueva Jersey, fue testigo recientemente de una noche cargada de música clásica del rock y, por supuesto, drama. El evento, celebrado en beneficio del 50º aniversario de la organización WhyHunger, ya era importante por la presencia de Steven Van Zandt y su banda, The Disciples of Soul. Sin embargo, lo que realmente disparó la emoción fue la aparición sorpresa del mismísimo ‘Boss’: Bruce Springsteen.

La química entre Van Zandt y Springsteen, compañeros de la E Street Band desde hace décadas, se palpó desde el momento en que subieron al escenario para interpretar «I Don’t Want to Go Home», un clásico de 1976 de Southside Johnny. Pero justo cuando el ambiente llegaba a su punto álgido, la velada tomó un giro inesperado.

La falsa alarma que intentó silenciar al jefe

En medio de la actuación, la música se detuvo abruptamente. Una alarma de incendio sonó en todo el local, obligando a cortar la electricidad del escenario y encender las luces de la sala. Aunque en un primer momento el pánico pudo haber cundido, pronto se confirmó que no había peligro real. Fue una falsa alarma.

Lejos de dispersarse, el público se unió en una reacción espontánea y vibrante. Mientras el percusionista de la E Street Band, Anthony Almonte, mantenía un ritmo constante, la multitud comenzó a cantar un fragmento de «Having a Party» de Sam Cooke. Este espíritu de unidad y resiliencia es el sello distintivo de los shows de Asbury Park y rápidamente se vio recompensado cuando la energía regresó.

Cuando la electricidad se restableció, Springsteen dejó clara su intención de continuar, sin importar las interrupciones. La determinación del músico quedó inmortalizada en una cita que resume perfectamente el espíritu del rock and roll en vivo:

“¡No me importa si esa jodida alarma de incendio se dispara!”

Springsteen y Van Zandt retomaron el set con una energía renovada, deleitando a la audiencia con temas como «Tenth Avenue Freeze-Out» y los obligados navideños «Merry Christmas, Baby» y, por supuesto, «Santa Claus Is Coming to Town».

Un clásico navideño con historia

La interpretación de «Santa Claus Is Coming to Town» se extendió a unos épicos 10 minutos, un regalo musical para la audiencia. Springsteen, sintiéndose en casa en el Stone Pony, demostró que no tenía ninguna prisa por marcharse.

“Steve, Steve, oh Steve, todavía no estoy listo para irme a casa. No estoy listo para irme a casa. Retomemos el solo y llevémoslo hasta el final una vez más”

Esta poderosa versión llega justo después del 50º aniversario de la actuación más emblemática de la canción, grabada en el campus C.W. Post de la Universidad de Long Island. Esa grabación, que Springsteen lanzó más tarde como cara B de «My Hometown» en 1984, se ha convertido en un elemento esencial de las fiestas navideñas.

Es interesante recordar el contexto de la E Street Band en ese momento. Steven Van Zandt se había marchado, y su puesto en la formación había sido ocupado por Nils Lofgren. Aunque la banda tuvo un período de inactividad durante la mayor parte de la década de los 90, tanto Lofgren como Van Zandt han girado con la E Street Band desde su reactivación en 1999, una dinámica que permite estas reuniones únicas y llenas de historia.

El legado de harry chapin y whyhunger

El concierto no solo fue un ejercicio de nostalgia y potencia musical, sino que sirvió a un propósito crucial. WhyHunger, la organización benéfica que cumplía 50 años, fue fundada por el recordado músico Harry Chapin, quien falleció trágicamente en 1981, y ha sido dirigida por su familia desde entonces. Otros artistas y amigos de la causa, como The Smithereens y Garry Tallent (otro miembro de la E Street Band), también actuaron esa noche.

La relación de Springsteen con Chapin se remonta a 1977, cuando coincidieron en el estudio de grabación mientras Springsteen trabajaba en Darkness on the Edge of Town. Springsteen recordó la conversación que tuvo con él, revelando la filosofía altruista del músico:

“Quiero enviar una oración y un agradecimiento a Harry Chapin. Conocí a Harry en 1977… Yo le dije: ‘Harry, ¿cómo trabajas con tu organización benéfica?’, y él me dijo: ‘Toco una noche para mí y luego toco una noche para otra persona’”.

Este recuerdo subraya la importancia del evento: utilizar el poder del rock para combatir la lacra del hambre global. WhyHunger se dedica a la lucha contra el hambre y la pobreza a través de iniciativas comunitarias y educativas. La decisión de Springsteen y Van Zandt de unirse a la causa y de tocar en el Stone Pony, la cuna de su propia leyenda musical, convirtió el incidente de la alarma de incendio en una simple anécdota, dejando el protagonismo a la música, la amistad y la solidaridad.

El show fue una celebración atronadora de la música de Nueva Jersey, el espíritu indomable del rock y el compromiso continuo con las causas sociales que definen la carrera del Boss.

Visto en: ultimateclassicrock.com

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