La banda legendaria Kiss demostró que incluso después de una gira de despedida monumental, la música y la hermandad prevalecen. La noche del reciente fin de semana, Kiss se reunió para ofrecer su primer espectáculo en casi dos años, marcando el inicio del evento Kiss Kruise: Land-Locked in Vegas. Sin embargo, el regreso no comenzó con pirotecnia y guitarras eléctricas, sino con un momento de profunda sobriedad y respeto: un homenaje al miembro fundador y querido ‘Spaceman’, Ace Frehley, quien falleció trágicamente el 16 de octubre.
Este concierto acústico, un formato familiar para los seguidores del ‘Kruise’, se convirtió inmediatamente en un evento histórico no solo por ser el primer reencuentro desde el final de su gira de despedida en diciembre de 2023, sino por la emotiva atmósfera creada por la banda y los fans.
Un emotivo homenaje a Ace Frehley
Antes de que sonara la primera nota, la audiencia fue equipada con velas eléctricas, creando un mar de luces mientras Paul Stanley, el Starchild, se dirigía al público. Stanley pidió a la multitud que levantara las luces en el aire para un momento de silencio y reflexión por “alguien que está en los cimientos de esta banda”. Se refería, por supuesto, a Ace Frehley, el icónico guitarrista solista de la formación original.
Stanley, a pesar de las conocidas fricciones pasadas entre los miembros de la banda, enfatizó la naturaleza familiar de su relación:
«Estamos hablando de Ace. Ciertamente tuvimos diferencias, pero de eso se trata la familia. ¿Por qué no nos tomamos un momento… pensemos en él mirándonos, probablemente desde Jendell, y tengamos un momento por Ace.»
La mención de ‘Jendell’ es un guiño cariñoso a la mitología del personaje del Spaceman creado por Frehley, que a menudo se refería a Jendell como su planeta natal, recordando el legado creativo que Frehley aportó a la banda. Frehley, cuya contribución fue fundamental para establecer el sonido hard rock y la imagen única de Kiss, falleció tras una caída accidental en su estudio doméstico. Se confirmó que Stanley, Simmons y el baterista fundador Peter Criss asistieron a su funeral, subrayando que, más allá de las disputas contractuales y personales, el vínculo familiar y el respeto mutuo se mantuvieron hasta el final.
El regreso acústico y la celebración familiar
Tras el tributo, la banda —compuesta por Stanley, Gene Simmons, Tommy Thayer y Eric Singer— rompió el silencio con el abridor habitual de sus sets acústicos, «Comin’ Home», proveniente de su álbum Hotter Than Hell. La energía en el escenario y en el público era palpable. Gene Simmons, conocido por su seriedad, se mostró visiblemente emocionado, señalando que ver caras familiares en la multitud “significa mucho para nosotros”. Era evidente que esta reunión no era solo un concierto; era una celebración de una comunidad que se resiste a desaparecer.
La velada también sirvió como una plataforma de orgullo parental. Tanto Simmons como Stanley no dudaron en señalar a sus hijos, Nick y Evan, respectivamente, quienes estaban entre el público. El dúo está a punto de lanzar un álbum juntos, una noticia que llenó de entusiasmo a los líderes de Kiss. Stanley, en un tono profesional, pero a la vez muy personal, bromeó:
«Esto no es un anuncio pagado. Esperen a escuchar el álbum de Nick y Evan, es increíble. ¡Es difícil creer que salieron de nosotros!»
Este entusiasmo por la nueva generación de rock ‘n’ roll subraya cómo la antorcha de Kiss sigue encendida, incluso cuando la banda principal ha ‘finalizado’ su gira de despedida.
Improvisación y el alma del rock ‘n’ roll
La noche estuvo marcada por un ambiente juguetón e improvisado. La banda se permitió incursiones espontáneas en el catálogo de otros artistas, deleitando al público con versiones de «I’ll Be Back» de The Beatles y «Come and Get Your Love» de Redbone. Estos interludios demostraron la química natural del grupo y su deseo de interactuar libremente con los fans.
El punto culminante improvisado de la noche llegó al final. Después de un debate en el escenario, el grupo logró convencer al guitarrista principal, Tommy Thayer, de cerrar el espectáculo con «Love Her All I Can», a pesar de que Thayer temía que el solo no se tradujera bien a un formato acústico. Stanley, siempre animando, lanzó una advertencia amistosa al público: «Esto puede apestar, pero se lo compensaremos mañana por la noche». Para alivio de todos, no ‘apestó’, y el grupo cumplió su promesa con un espectáculo eléctrico programado para la noche siguiente.
El primer show de Kiss post-despedida fue un éxito rotundo, un testimonio de que, aunque la gira End of the Road haya concluido, la banda y su legado están lejos de haber terminado. Fue una noche de recuerdo, celebración y la promesa de que, incluso en un formato desenchufado, Kiss sigue siendo una fuerza ineludible en el mundo del rock.
Setlist del show unplugged en Kiss Kruise Vegas
1. «Comin’ Home»
2. «See You Tonite»
3. «A World Without Heroes»
4. «Hard Luck Woman»
5. «Christine Sixteen»
6. «Nothin’ to Lose»
7. «Goin’ Blind»
8. «Hide Your Heart»
9. «Plaster Caster»
10. «Beth»
11. «Love Her All I Can»
Visto en: ultimateclassicrock.com

