Saltar al contenido

Ritchie blackmore: la obsesión por el control en deep purple

  • por

En marzo de 1975, en un hotel de Múnich, los miembros de Deep Purple se quedaron sin palabras. Ritchie Blackmore, cofundador de la banda siete años antes, anunció su partida. Aunque la noticia fue un shock para sus compañeros, en retrospectiva, la decisión tenía sentido para el virtuoso de la guitarra. Blackmore había luchado ferozmente para establecerse como el líder indiscutible del grupo de hard rock, y estaba listo para formar una nueva banda donde su autoridad no solo fuera establecida, sino incuestionable.

Si había algo que Ritchie Blackmore anhelaba, era el control total sobre la dirección creativa y operativa de su música. Esta necesidad de dominio había marcado su camino en Deep Purple, especialmente en la tumultuosa transición de la formación Mark II a la Mark III.

La búsqueda de control absoluto en Deep Purple

El conflicto de egos fue la causa principal de la implosión de la Mark II, la formación que había cosechado éxitos mundiales como «Highway Star» y «Smoke on the Water». Blackmore no solo era un genio musical, sino, como él mismo admitió, un «tipo alfa» que chocaba constantemente con el cantante Ian Gillan.

Blackmore recordaría más tarde sobre su relación con Gillan: “Él quería controlar, yo quería controlar. Así que chocamos de cabeza por eso”.

Tras la salida de Gillan, Blackmore no perdió tiempo en despedir al bajista Roger Glover. Para reemplazarlos, escogió a dos talentos emergentes: el cantante David Coverdale y el bajista Glenn Hughes. Pero esta formación, conocida como Mark III, resultó ser su propia trampa. Coverdale y Hughes inyectaron al sonido de Deep Purple influencias de funk y soul, un giro estilístico que Blackmore consideró una traición al hard rock puro que él defendía. La dirección musical se le estaba escapando de las manos, y para un perfeccionista autocrático como Blackmore, esta situación era insostenible.

El nacimiento de rainbow: una nueva monarquía

Blackmore, buscando un lienzo en blanco para pintar su visión musical sin concesiones, se dirigió al vocalista Ronnie James Dio y su banda, Elf. La nueva aventura se materializó en 1975 con el álbum debut, Ritchie Blackmore’s Rainbow. Aunque el álbum sentó las bases de un hard rock épico y con tintes neoclásicos que definiría su carrera posterior, la respuesta inicial fue mixta. La revista Rolling Stone, por ejemplo, criticó que Blackmore sonaba «apático y aburrido» y señalaba el anonimato de sus compañeros de banda.

El feedback negativo, o quizás simplemente su insaciable sed de control, impulsó a Blackmore a actuar de inmediato. Poco después del lanzamiento, tomó las riendas con mano de hierro: despidió a todos los miembros de Elf excepto a Dio. Contrató entonces a figuras clave que solidificarían el sonido de Rainbow, destacando el influyente baterista Cozy Powell, el bajista Jimmy Bain y el teclista Tony Carey. A pesar de que Blackmore y Dio habían formado la banda con un acuerdo de 50/50 en lo creativo y financiero, la realidad de la dinámica interna era otra.

No fue una situación muy democrática

Ronnie James Dio, un vocalista con una voz potente y una fuerte personalidad, comprendió rápidamente quién dirigía el barco. En una entrevista con Radio Trent en Nottingham en 1981, Dio explicó la jerarquía de la banda con total claridad:

“Ritchie era el jefe de la banda. No hay dos maneras de verlo. Yo no me engañaría pensando lo contrario, a pesar de que él y yo formamos la banda como una sociedad equitativa. Éramos miembros 50/50. Escribimos todo el material juntos, 50/50. Compartimos ganancias y gastos, 50/50.”

“Aun así, sus opiniones y su juicio debían ser respetados. Yo respetaba las opiniones y el juicio de Ritchie, pero no era una situación muy democrática en absoluto”.

Un carrusel de talentos

La llegada de Cozy Powell, una figura con gran reputación tras sus pasos por la banda de Jeff Beck, alteró ligeramente la dinámica de poder. Powell se convirtió en el único pilar constante junto a Blackmore, una posición que, según Dio, generó cierta competencia interna.

“Cuando entró Cozy, empezó a haber mucha rivalidad por la posición”, dijo Dio. “Siempre supimos quién era el número uno [Blackmore], y yo era el número dos, hasta que llegó Cozy y Cozy y yo pensamos: ‘¿Quién va a ser el número dos?’”

El letrero de ‘se busca’ parecía estar siempre colgado en la puerta de Rainbow. Para 1979, la banda había desarrollado una notoria reputación por sus constantes cambios de personal. Tras su actuación en el Reading Festival y el lanzamiento de su cuarto álbum, Down to Earth, el público se acostumbró a ver caras nuevas. Dio estaba fuera, sustituido por Graham Bonnet, y el bajista era, irónicamente, Roger Glover, a quien Blackmore había expulsado de Deep Purple años antes. Esto solo confirmaba la naturaleza dictatorial del proyecto.

Cozy Powell era un aliado firme de Blackmore y defendía las decisiones drásticas del líder, bromeando sobre las deficiencias de los exmiembros antes de volverse serio:

“Ritchie y yo tenemos ciertos estándares. Si los músicos de la banda no dan el 110 por ciento, son expulsados de forma bastante brusca”.

Powell justificaba que el negocio musical era «muy competitivo» y que siempre había bandas intentando superarles, lo que exigía una calidad y compromiso absolutos. Sin embargo, Blackmore fue mucho más directo y cortante cuando Sounds le preguntó ese mismo año sobre los despidos:

“Si fueran lo suficientemente buenos, todavía estarían en la banda”.

Ritchie Blackmore, una leyenda viva del rock, nunca ha sido una figura con la que se pueda bromear o con la que se pueda debatir el liderazgo. Muchos músicos tuvieron que aprender esta lección de la manera difícil. Afortunadamente para sus seguidores, y dejando atrás algunos problemas de salud recientes, Blackmore sigue demostrando su vigencia con sus planes de volver a la carretera con Blackmore’s Night, confirmando que su control sobre su legado musical está más fuerte que nunca.

Visto en: www.guitarplayer.com

Logo web
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.